27 de enero de 2014

Peloteo en las aulas

peloteo uma

El otro día estando en clase, la profesora estaba resfriada y pidió si alguien tendría un pañuelo para dejarle, entonces se inició una carrera desenfrenada para ver quién era el 'afortunado' que le ofrecía antes un pañuelo. No critico la amabilidad de la gente, pero me hizo pensar en esas ocasiones en las que estás tranquilamente en clase hasta que estornudas, entonces vas al bolsillo y ¡tachán! te das cuenta de que olvidaste los pañuelos. Le preguntas a tu compañero de al lado si tiene pero casualmente ese día no lleva encima, así que vas en busca de tu próxima víctima mientras intentas sorber el moquillo que baja lentamente. Tienes varios objetivos pero todos parecen de difícil acceso, empiezas por los más cercanos, el de atrás siempre es más fácil: te giras, ves cómo el individuo clava su mirada en los apuntes (que se han vuelto increíblemente interesantes), preguntas y, desgraciadamente, tampoco lleva pañuelos encima. Tu siguiente objetivo es la persona de delante, comienzas con un 'perdona', pero como no surte efecto pasas al siguiente nivel: el toquecito, le das el primero pero parece no haberlo notado (demasiado flojo, piensas), pruebas con un segundo intento, esta vez no le queda más remedio que girarse, entonces le lanzas tu pregunta, temerosa, para volver a recibir una negativa. Tu último intento es alzar la voz (al estilo profe) para ver si alguien corre en tu ayuda, y entonces se crean varios roles entre tus compañeros: el sordo, el despistado, el 'lo siento pero no tengo'... Finalmente, no queda más remedio que salir corriendo al baño a por papel higiénico pero, adivina qué: ¡no queda! (aunque no es algo que debiera sorprendernos puesto que siempre está agotado). 
Así que esto queda así, nunca olvides llevar tu paquetito de pañuelos porque nunca sabes cuándo lo vas a necesitar... o cuándo vas a tener la oportunidad de quedar bien ante el profesor.

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